En una industria como la del entretenimiento hay que aprender a ser cautelosos.
No todo lo que leemos termina siendo verídico y las declaraciones que los artistas dan muchas veces están motivadas por la frustración de un momento en particular o, lo que en mi país llaman, 'la calentura de los hechos'.
Me refiero en particular a la noticia que circula hoy en todos los diarios del planeta donde se anuncia el retiro de Morrissey a partir de 2014.
¿Por qué esta fecha? ¿Por qué tan rápido?
Estas preguntas surgen atropelladas por las imágenes de un Morrissey algo canoso, robusto, pero con su aspecto de siempre, uno no sabe si está molesto o que simplemente es así.
En la nota a EFE, el cantante inglés, líder de la mítica banda de Manchester The Smiths y guía espiritual de una generación que encontró en la nostalgia, amargura y melancolía de sus letras el mejor bálsamo y la disculpa perfecta para evadir ser felices.
Morrissey dejó The Smiths en 1987 cerrando un ciclo de virtuosismo lírico y musical que marcó a mi generación como pocos cantantes lo han hecho.
En 1988 inició su carrera solista manteniendo la melancolía y no ha parado de trabajar desde entonces.
Hoy le notifica al mundo que está cansado. Tiene derecho.
Asombra la razón para tan insólito anuncio: “Me estoy poniendo viejo” usando un adjetivo vetado en el mundo de las celebridades.
Pero claro, no se va ya, la urgencia da espera y fija el límite para el 2014.
Ya les dije, en esto hay que ser cautelosos y cualquier cosa puede pasar, incluso, seguir cantando hasta que la vejez se lo permita y nosotros con sus grandes canciones.
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